Hiperpaternidad
La hiperpaternidad es un neologismo formado a partir de la unión del prefijo hiper (superior o excesivo) y el término paternidad. Se utiliza para describir un modelo de crianza originado en Estados Unidos a inicios del siglo XXI. Se caracteriza por el cuidado desmesurado de los padres hacia sus hijos.[1]
Los tutores prestan sumo interés en la educación y las actividades extracurriculares de los niños. Desde temprana edad los inscriben en actividades académicas, deportivas y culturales o recreativas para supuestamente dotarlos de más capacidades futuras. A este tipo de padres se les conoce como hiperpadres o padres helicóptero, es decir, padres sobre-protectores que permanentemente atienden de sus hijos para evitar que cometan un error o se lastimen. Son aquellos progenitores que están en busca del hijo perfecto, o lo que la periodista española Eva Millet describe como el modelo «altar».[2]
Contexto[editar]
Este modelo de crianza se da con mayor frecuencia en las familias de clase alta o media-alta y surge como respuesta al modelo económico capitalista porque los padres procuran que sus hijos cuenten con las herramientas necesarias para competir en el medio laboral. Por ello es que existen más instancias de educación preescolar, primaria y secundaria bilingües o de jornada amplia, así como talleres y cursos infantiles y juveniles.
Actividades académicas[editar]
Los hiperpadres buscan las mejores instituciones académicas, que brinden clases de inglés u otros idiomas, computación o actividades que enriquezcan su educación. En general suelen acudir a la educación privada por contar con las prestaciones que ellos pretenden para sus hijos.
Actividades deportivas[editar]
Estos padres procuran además que las instituciones cuenten con actividades deportivas como fútbol americano, soccer, baloncesto, ballet, natación, artes marciales, entre otras. Si el establecimiento educativo no las ofrece van en busca de instancia deportiva externa.
Actividades culturales o recreativas[editar]
Para dar a sus hijos una formación integral, los hiperpadres suelen inscribir a sus hijos a clases de música, teatro, pintura o clubes de ajedrez.[3]
Consecuencias[editar]
La sobrecarga de actividades vuelve más vulnerables al estrés y ansiedad. Además, por la búsqueda constante de la perfección los convierte en personas que no saben asimilar los fracasos, disminuyendo su autoestima y seguridad.[2]
Referencias[editar]
- ↑ Millet, Eva (11 de enero de 2016). Hiperpaternidad. Del modelo «mueble» al modelo «altar» (síntesis del libro) (PDF) (Segunda edición). Plataforma. ISBN 978-84-16620-03-6. Consultado el 13 de febrero de 2020.
- ↑ 2,0 2,1 Millet, Eva (Enero de 2018). Hiperniños ¿Hijos perfectos o hipohijos? (Primera edición). Barcelona: Plataforma. ISBN 978-84-17114-59-6. Consultado el 13 de febrero de 2020.
- ↑ Calvera Páez, Alba Lucía (2015). Actores que intervienen en el desarrollo integral de la primera infancia. Bogotá: Universidad Libre.
