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Carajo, mierda

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Mirtha Legrand en 2010.

«¡Carajo, mierda!» es una expresión soez empleada por la actriz y presentadora Mirtha Legrand durante las grabaciones del programa de televisión Almorzando con Mirtha Legrand. La frase adquirió gran fama, llegando incluso a formar parte de la jerga popular argentina además de convertirse en marca registrada de Legrand.

Incidente[editar]

En 1993,[1] con motivo del fin de año, se llevó a cabo la grabación de un especial del programa Almorzando con Mirtha Legrand para ser emitido el 31 de diciembre. Al inicio de la filmación, varios globos sujetos con cintas cayeron del techo del plató, tras lo cual Mirtha descendió por unas escaleras con el fin de dirigirse a la cámara que la estaba enfocando de frente. Cuando se disponía a avanzar, Legrand tuvo dificultad para sortear los globos; tras dar unos pasos, las cintas que los sujetaban se enredaron en su cuerpo, por lo que al caminar arrastró los globos consigo, quedando estos nuevamente a sus pies e impidiéndole moverse con naturalidad. Mirtha trató de disimular este inconveniente riéndose de la situación y tratando de retirar las cintas enredadas en sus piernas, momento en que empezó a ser grabada por una cámara situada a su derecha. La presentadora, tras darse cuenta a los pocos segundos de que estaba siendo filmada de perfil, manifestó que no quería ser grabada desde ese ángulo para acto seguido ordenar el cese de la grabación.[2]

Visiblemente molesta con el equipo técnico, Mirtha pidió que le retocasen el peinado debido a que junto con los globos había caído confeti, parte del cual había quedado enganchado en su pelo. Su esposo, el director y productor Daniel Tinayre, pidió que se retirasen los globos del plató con el fin de realizar otra toma. Tras sentarse en uno de los taburetes de la barra que conformaba la escenografía del estudio, Legrand discutió acaloradamente con su esposo sin ser consciente de que una de las cámaras aún seguía grabando. Las imágenes, en las que únicamente se ve la silueta de la presentadora debido a que los focos del plató estaban apagados, muestran a Tinayre gritándole a Mirtha y pidiéndole que se calmase:[3]

Tinayre: «Si querés, no lo hacemos. Esto está perfecto. Si querés, no lo hacemos».

Legrand: «Es que yo estaba segura. Dije, le va a fallar algo. Ya de entrada le falló la cámara. Ya de entrada, ta-ta-ta ta-ta-ta corten, salió mal. Después resulta que no le graba. ¿Pero nos están tomando el pelo?».

Tinayre: «Pero ¿por qué te ponés en este estado?».

Legrand: «Pero...».

Tinayre: «Pero ¡¿por qué te ponés en este estado?! ¡Calmate!».

Legrand: «No me calmo nada».

Tinayre: «¡Calmate!».

Legrand: «¡No me calmo nada!».

Tinayre: «¡Entonces te perjudicás! ¡Si no te calmás te perjudicás vos!».

Legrand: «¡Qué barbaridad! ¡Qué barbaridad!».

Tinayre: «¡Denle un vaso de agua, por favor!».

Legrand: «¡No! ¿Qué agua? ¿Qué se creen, que soy una estúpida? ¿Yo? ¡Tengo el cerebro muy bien!».

Tinayre: «¡Yo no creo que ponerse así es beneficioso!».

Legrand: «¡Pero no he...! ¡Mirá, hace tres días que estoy grabando copetes y tres días que estoy repitiendo!».

Tinayre: «Bueno, un momentito».

Legrand: «¿Sí o no, el equipo? ¡Tres días que estoy repitiendo!».

Tinayre: «Momentito. Vamos a hacer una cosa. Vamos a esperar cinco minutos antes de empezar, porque en este estado no podés empezar».

Legrand: «¡Qué barbaridad, Dios mío! ¡Esa técnica de mierda! ¡Este tipo que me arruinó un año de trabajo! ¡Que nunca apretaba el botón que tenía que apretar!».

Ofrecen a Legrand un vaso de agua.

Legrand: «No, no quiero, no quiero. Yo no necesito agua. Muchas gracias. Es indignante. Juegan con la salud de uno. Ustedes se creen que uno tiene 20 años. ¡Demasiado esfuerzo hago! ¡Carajo, mierda!».[4][5]

Para evitar un nuevo incidente, en la toma final los globos fueron liberados después de que Legrand hiciese su entrada, cayendo estos detrás de ella.[6]

Difusión[editar]

El periodista y conductor Samuel Gelblung emitió por vez primera la grabación, oculta durante años en los archivos de Canal 9,[7] en el programa Memoria. Posteriormente confesaría que el material llegó a su poder gracias a Gerardo Rozín, quien trabajaba como productor de Legrand cuando tuvo lugar el incidente. Rozín descubrió la grabación durante su etapa como gerente de programación del canal y propuso a Gelblung sacarla a la luz, a lo que este último accedió.[8]

Legado[editar]

La frase adquirió gran fama entre el público argentino, llegando a convertirse en parte de la jerga popular.[9] Así mismo, esta expresión pasó a ser marca registrada de Legrand[10] a la vez que uno de sus momentos más icónicos pese al disgusto de la presentadora, quien hasta ese momento había mostrado una imagen de mujer sofisticada y elegante caracterizada por sus buenos modales[11] (la actriz declararía al respecto años después: «Yo tengo en mi haber un "carajo, mierda", del que me arrepentiré toda mi vida. No dicho al aire, pero extraído de una grabación»).[1] Molesta por la difusión de las imágenes, Mirtha llegaría a enemistarse con Gelblung y a reprochar públicamente a Rozín la entrega del material audiovisual para su emisión.[11] Sin embargo, en 2002 Mirtha volvió a pronunciar la frase en un capítulo de la telecomedia argentina Son Amores, mientras que en 2018 su hija Marcela recreó el icónico momento con motivo de la celebración de los 50 años de carrera de Legrand.[8]

Referencias[editar]


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