Canciones infantiles
Según podemos observar en nuestra sociedad actual, los más pequeños disponen desde siempre de músicas características suyas y diferenciadas del resto del conjunto social, las canciones infantiles, para cumplir con algunas situaciones de socialización con las que están familiarizados. Estas canciones solo las cantan ellos, los niños y no los adultos aunque, la realidad es que no son tan diferentes las músicas de los adultos y la de los pequeños cómo se puede observar en las melodías entonadas en las fiestas o las manifestaciones y a los contextos deportivos.
Aunque no son muchos los estudios sobre estos cantos Jaume Ayats, musicólogo reconocido y profesor en la ESMUC de Barcelona, los observó desde el punto de vista de las relaciones sociales y otras actividades de análoga naturaleza donde tiene lugar el acto comunicativo.
De acuerdo con este autor, cómo explica en su libro Història de la Música Catalana, Valenciana i Balear, vol. VI, se centra en tres categorías principales de este tipo de canciones según las variables observadas: las retahílas de parejas, las canciones de elegir y las canciones de picar.
Retahílas de Parejas[editar]
Las retahílas de parejas están formadas por parejas de versos que tienen el mismo número de sílabas y riman entre si, mientras que la melodía generalmente gira en torno a tres notas . Todavía y así, esta categoría funciona como agrupamiento de todo un conjunto de estructuras con rasgos comunes.[1] De este modo Ayats propone el siguiente ejemplo:
Aquí podemos observar el modelo antes mencionado de tres notas repetidas, es decir, Sol-La-Sol con una anacrusa del Mi y los versos del mismo número de sílabas, rimando entre ellos.
Canciones de elegir[editar]
Las canciones de elegir son la siguiente categoría estudiada en este volumen. Por su parte, representan un contexto que generalmente todo el mundo ha vivido en estas etapas tempranas de la vida. Este tipo de canción sirve para una actividad muy concreta; para escoger en un grupo de niños quién será el que llevará a cabo una de las funciones del juego, normalmente la más dura. Por eso se cantará una melodía sencilla con un ritmo claro y se irá señalando con el dedo a su compás para parar cuando acaba la música. En la teoría parece algo muy sencillo y claro, sobre todo, visto desde los ojos de los mismos que desarrollan la actividad social. Sabemos que está repleto de artimañas en el que el líder, que es quien normalmente escoge, puede cambiar las reglas de esta metodología cambiando la duración de la música para cada sílaba o incluso añadir fragmentos al final por casualmente toca a alguno de sus amigos acabando siempre elegido el más marginado del grupo. Está claro que de alguna manera se tienen que esconder estas estrategias para que el líder pueda seguir seleccionando quién encarna cada rol. Así, podemos observar rasgos comunes a la mayoría de canciones de elegir cómo la temática fantástica o absurda, que cautivaría la imaginación y desviaría la atención de los otros niños y niñas que no conocen bien la letra. Por eso, cuando el grupo ya se empieza a familiarizar con la canción, el líder se encarga de buscar otro para seguir con sus tramas.
Canciones de picar[editar]
Por último, encontramos las canciones de picar que sirven a los niños para demostrar sus capacidades psicomotrices presentando un reto para su interpretación. Se hacen parejas y se cantan canciones con una letra de carácter fantástico o absurdo, cómo es habitual en estas músicas, picando con las manos un ritmo unísono con el otro. Es un juego muy habitual entre los niños entre 6 y 10 años siendo más común en las niñas que en los niños y aporta prestigio y honor enfrente los compañeros para quién es capaz de picar con una cierta rapidez. Cómo ya hemos mencionado antes, sirve para demostrar sus capacidades de reacción y motrices puesto que representa un reto de coordinación con uno mismo y con la pareja tanto en la recitación del texto junto con el ritmo y la melodía y la gesticulación corporal que lo acompaña. Además, la temática de su letra acostumbra a ser problemática, absurda o fantástica y, por lo tanto, atractiva a los ojos de los pequeños.
Esta última categoría, definitivamente desmiente el mito mencionado antes de la simplicidad de las canciones de niños enfrente la superior complejidad de las músicas de adulto, (que a menudo se asemejan, cómo por ejemplo los cantos de manifestación o los de las fiestas) puesto que en esta categoría encontramos polirítmias de una gran complejidad cómo no se encuentran en ninguno otro contexto popular de cantos de adulto, cómo Ayats recurre a las series de cinco gestos encima un ritmo binario de algunas de estas canciones de picar.[1]
Referencias[editar]
- ↑ 1,0 1,1 J. Ayats, Xosé (2002). Història de la música catalana, valenciana i balear (en català) VI (1ª edición). Espanya: Edicions 62. p. 272. ISBN 84-297-5165-3.
Este artículo "Canciones infantiles" es de Wikipedia. The list of its authors can be seen in its historical and/or the page Edithistory:Canciones infantiles.
